Cunningham (s.f) propone algunas estrategias para que las familias ayuden desde casa:
Es importante que la familia obtenga toda la información posible acerca de la dispraxia para ayudar a entender al niño/a tanto maestros como cercanos a su entorno.
Fomentar la actividad física: Ayudará a que el niño/a desarrolle las habilidades motoras. Un ejemplo claro sería invitar al niño/a a que inicie clases de natación o simplemente jugando al juego de las escondidas. Además de mantener el cuerpo en movimiento constante, ayudará a que el niño/a se relacione con otros niños/as.
Otra actividad para realizar en casa sería hacer rompecabezas, según Cunningham (s.f) “les ayuda a trabajar la percepción visual y espacial, a la vez que mejoran sus habilidades motoras finas”. Es una buena oportunidad para compartir tiempo en familia.
Jugar a pasarse la pelota ayudará a desarrollar la coordinación óculo-manual.
Aprender y practicar a escribir con el teclado le será mucho más fácil que escribir a mano mediante el uso de algunas aplicaciones para mejorar las habilidades motoras finas.
Jugar y apretar una masilla de terapia o una plastilina, mediante esta estrategia el niño/a conseguirá fortalecer los músculos de la mano y a la vez, ayuda a aliviar el estrés.
Cunningham (s.f) pone énfasis a que las familias deben ajustarse a las expectativas del niño/a, ya que “podría necesitar ayuda con la higiene personal y otras actividades de la vida diaria por un tiempo más prolongado que sus compañeros hasta lograr dominar esas habilidades.”
También se debería “elogiar al niño/a por ela su hijo por el esfuerzo y por sus logros.” Motivándolos a trabajar para seguir mejorando sus habilidades.
La dispraxia puede ser muy frustrante para su hijo y también para usted. Sin embargo, mediante las herramientas y apoyos adecuados, aumentará su autoestima y le motivará.
Cunningham. B. (s.f). Entender la dispraxia. Recuperado de: https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-disabilities/dyspraxia/understanding-dyspraxia
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