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El papel de los padres en el tratamiento de la dislexia


Según Mª Dolores Alcantara Trapero (2008) hoy en día los niños con dislexia frecuentan estar con expertos. Aunque se debe reconocer el apoyo de los padres para estos niños, es básico y compone una fuente de colaboración muy importante.

Los padres deben apoyar social y sentimentalmente a sus hijos e hijas en este caso disléxicos. Deben saber la dificultad para poder ofrecerle a su hijo o hija una argumentación adecuada sobre la dificultad que tienen.

Es apropiado favorecer la autoestima en todos los niveles y evaluar su esfuerzo y rendimiento. La vinculación entre padres e hijos o hijas disléxicos debe estar asegurada.


Alicia Ureña Madero (2011) en el momento de que a los padres se les dice que su hijo tiene un trastorno del aprendizaje, se ven abrumados por una combinación de sentimientos, tales como negación, miedo, enfado y hasta pánico, aunque sólo cuando hayan admitido la realidad podrán iniciar a emprender estrategias positivas que estimulen y ayuden al niño a progresar de una forma importante en sus capacidades. Deben estar preparados a admitir que su hijo tiene dislexia. Cuanto antes se identifique que su hijo tiene dislexia, antes se podrá localizar la contribución más apropiada para él y mayores oportunidades poseerán para vencer su dificultad. Ellos conocen mejor que nadie a sus hijos y si intuyen que puede existir una dificultad educativa, ésta no debe desentenderse, sino buscar la ayuda de las personas apropiadas. Si se identifica algún problema, deberán disponer de la tranquilidad de conocer con precisión en qué momento está su hijo y empezar al instante con las adaptaciones y ayudas necesarias. Deben convertir su casa en un sitio protegido y confortable, puesto que es muy frecuente que en el colegio puedan sentirse tristes. También es importante reiterar sus puntos fuertes y habilidades propias, promover todo talento especial que exponga su hijo, como la pintura, el deporte o la música, hacerle notar que se sienta con oportunidades para alcanzar el triunfo por lo menos en un aspecto de su vida. Alabar al niño/a, incitarle a poseer una conducta adecuada: realizar los ejercicios en agrupaciones pequeñas puede ser una gran ayuda. Asimismo es básico el poder emplear el tiempo que sea preciso para ayudar al niño con sus ejercicios, o en caso de no ser factible, localizar un docente experto que pueda facilitarle la ayuda precisa. Es básico conservar un contacto regular con los docentes, no sólo por el bien del sujeto, sino porque debe conocer que sus padres se preocupan y ocupan por y de él, y le entienden. Debemos conseguir que todos se acostumbren a lo que quiere decir ser disléxico, y se les debe enseñar cómo pueden colaborar con respecto a ello, ya que conocemos que la colaboración y el respeto recíproco en la clase es uno de los propósitos de la Educación.


Los niños pequeños poseen una conciencia insuficiente de los sonidos del lenguaje. Escuchan una sucesión de sonidos, aunque no son conscientes de que éstos pueden derivar en palabras. Simplificando, tempranamente con los aprendizajes fonológicos se pueden anticipar dificultades lectoras que surgirían después, al mismo tiempo que favorecerá a todo el grupo del aula. (Alicia Ureña Madero, 2011)


Se les debe entregar libros. En los libros para los más pequeños destacan los dibujos. A través de las ilustraciones, los niños identifican cosas, individuos, animales... Determinados libros añaden textos reducidos: palabras, frases fáciles o repeticiones. El sonido de los términos puede ser un estímulo para la lectura de un libro: encontrar sonidos no conocidos, divertidos… El mundo de los animales es lo que más les gusta. Las historias deben ser fáciles de imaginar y entender. Entre los libros que más les llaman la atención, están:

  • Libros juego: que tengan ventanas, con agujeros, elementos móviles, distintas texturas…

  • Libros de imágenes sin texto, con una secuencia narrativa lineal lo menos posible donde ello puedan rehacer la historia.

  • Libros de imágenes con textos cortitos, con una o dos impresas por hoja.

  • Libros de poesía, adivinanzas, canciones y juegos de palabras.

  • Libros de documentales o de información que les contribuyan a encontrar el mundo que tienen a su alrededor: plantas y animales, etc…

  • Libros para realizar actividades: dibujar, colorear…





Alicia Ureña Madero (2011) "La Dislexia en la vida real : consejos para padres, docentes y alumnado " recuperdo : https://archivos.csif.es/archivos/andalucia/ensenanza/revistas/csicsif/revista/pdf/Numero_41/Alicia_Urena_1.pdf

Mª Dolores Alcántara Trapero (2008): https://archivos.csif.es/archivos/andalucia/ensenanza/revistas/csicsif/revista/pdf/Numero_13/DOLORES_ALCANTARA_1.pdf


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