La enseñanza de la lectura y la escritura juega un papel importante en la actividad escolar, de el dependerá el éxito o el fracaso de el alumnado. Desde el currículum de Heziberri se plantea que los niños y niñas deben emplear de forma adecuada y eficaz la lengua oral y escrita que requiere cada situación en todos los ámbitos de la vida.
Aun así la lectura forma más parte en el proceso de aprendizaje que la escritura, ya que mediante el diálogo es como se desarrollan la mayoría de las competencias. En ninguna se especifica claramente cuál es el papel que juega la escritura, únicamente se refiere a ella como un recurso más mediante el cual evaluar los aprendizajes obtenidos.
Según Barnes “Aprender consiste en convertir el conocimiento escolar en un conocimiento de acción, aquel que permite modificar el propio comportamiento cambiando también la visión del mundo” (p. 1). Y qué mejor forma que utilizar la escritura como instrumento de reflexión con el que organizar el conocimiento y no como una manera de que el profesor compruebe que se ha realizado el trabajo.
Los niños/as escriben para un profesor que marca las reglas, decide cómo tiene que ser el escrito y en función de eso elogia, califica y juzga. Determinadas investigaciones muestran que cuando el contexto se da en una situación real donde la persona para la que se escribe no sabe lo mismo que el emisor, para este es más fácil organizar los conocimientos que ya tiene. En definitiva la escritura es más eficaz cuando ayuda a organizar el pensamiento y no solo para satisfacer al profesor/a (Barnes, 1994).
Marinkovich y Morán (1998) realizaron una propuesta sobre un programa interdisciplinario de desarrollo de la escritura, esta propuesta surge de la necesidad que había de utilizar la escritura como una forma de reflexionar y organizar el conocimiento en las diferentes áreas del currículum de la enseñanza básica y no sólo como parte de la asignatura de lenguaje. Actualmente, se tiene algo más en cuenta la escritura aun así no se le saca todo el partido posible.
Este proyecto consiste en enseñar la construcción de la escritura de enseñar contextos, mundos imaginarios, disciplina mientras se intenta reunir las distintas áreas hacia un objetivo común. Ese objetivo es conseguir que los niños/as se expresen por escrito eficientemente para ello el especialista en producción escrita trabaja de forma conjunta con el profesorado de otras disciplinas (Marinkovich & Morán, 1998).
Este planteamiento surge a finales de los sesenta en Gran Bretaña como "el lenguaje a través del currículum" (LAC), es una respuesta a la crisis de alfabetización por la que se pasaba en la época. Más tarde se fue modificando y adaptando surgiendo así el WAR, es decir, la escritura a través del currículum. El peligro era que cada centro podía centrarse en sus propios intereses específicos y limitarse a unas metas demasiado estrechas, para que esto no sucediera y como ya hemos dicho antes se ofrecía apoyo y talleres a los profesores para prepararse. Se intenta que entiendan que se puede escribir para aprender y que la redacción puede crear un ambiente interactivo en el aula (Marinkovich & Morán, 1998).
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